viernes, 28 de marzo de 2008

'Tren de la muerte' hacia el sueño americano

Otra vez este tema, sí... porque escrito por Pepe Elías en El País se entiende mucho mejor:

La inmigración ilegal es uno de los negocios más rentables en Guatemala. La indiferencia, la incapacidad o la abierta complicidad de las autoridades han convertido al país centroamericano, transcurridos doce años de los acuerdos de paz, en una nación que no puede ofrecer a sus habitantes las oportunidades necesarias para vivir con un mínimo de dignidad.

Esta circunstancia hace que poblaciones enteras, particularmente de los sectores rurales, busquen en EE UU esas fuentes de trabajo. Y, ante las dificultades casi insalvables de obtener un visado decidan, literalmente, jugarse la vida en manos de las bandas de coyotes (traficantes), quienes, por una cantidad que oscila entre los 3.000 y los 4.000 euros, ofrecen a los jóvenes llevarlos a EE UU a través de México para alcanzar el sueño americano, donde tienen contactos que les proporcionarán el ansiado trabajo.

El hambre ancestral aprieta y no se ve la luz al final del túnel. Venden o empeñan sus escasas propiedades para iniciar una aventura que, en la mayoría de los casos, termina con la repatriación cuando no con la muerte por insolación y sed en el desierto, donde los coyotes los abandonan a su suerte, no sin antes robarles cuanto objeto de valor puedan llevar consigo. En el caso de las mujeres, las someten a toda clase de vejaciones, que van desde violaciones hasta su venta en prostíbulos de la zona fronteriza entre EE UU y México.

Cuando regresan a Guatemala repatriados vuelven humillados y con deudas impagables hasta el extremo de que intentan de nuevo la travesía las veces que haga falta. Un drama humano que encuentra poco reflejo en los medios de comunicación y ninguno a nivel gubernamental.

No hay estadísticas. La naturaleza clandestina del tráfico de personas favorece esas tinieblas. Se estima, eso sí, que entre 80 y 100 guatemaltecos intentan diariamente aspirar al sueño americano. Nada más adentrarse en territorio mexicano, e incluso antes de abordar el tren de la muerte, empieza el calvario. Los testimonios de abusos cometidos por la propia policía son estremecedores.

Lo podéis leer entero aquí.

Prometo que para el próximo post intentaré contaros algo diferente...


1 comentario:

Anónimo dijo...

es la tragedia de nuestro tiempo,bien cerca tenemos Ceuta y Melilla, y si las instituciones están debilitadas e incluso corruptas, pues mucho peor, había leído ya el artículo, creo que precisamente estás en Guatemala, no? si es así que vuestra labor sea muy útil, un saludo, Inés