Diane Arbus dedicó toda su vida a retratar la fealdad, gente con deformidades, hermafrodita, enana, anormal o en situaciones extrañas. Podía haber hecho instantáneas sin que se dieran cuenta pero prefirió tratarlos como modelos y que miraran directamente a la cámara.
El misterio está en cómo consiguió que posaran como si fuera lo más normal, riéndose, en su casa o en la calle. La pregunta, cómo se verían luego ellos mismos en la foto, ¿se sentirán orgullosos o se arrepentirán de haber posado?
La verdad es que no lo sé. Imagínate ser un gigante y que tus padres te lleguen por la cintura y tengan que mirar al techo para hablarte a la cara.....
